Aunque el miedo a los fuegos artificiales o disparos es la fobia de sonido más común en los perros, poco se sabe acerca de su desarrollo y factores pronósticos. El tratamiento incluye el uso de medicamentos, feromonas y un programa de desensibilización con la exposición al sonido grabado.
Aunque está ampliamente asumido que los temores hacia los ruidos bruscos tienden a generalizarse a partir de un sonido hacia otros con el tiempo, no existe relación entre la severidad, duración y éxito del tratamiento del miedo a los fuegos artificiales,es decir, la severidad y duración del problema no son predictores del éxito del tratamiento. El mejor tratamiento consiste en reproducir las grabaciones de desensibilización con frecuencia durante un largo tiempo con el fin de maximizar el éxito del tratamiento.