Los resultados de un estudio reciente indican que el uso general de collares con dispositivos de descarga eléctrica, no es coherente con el bienestar del animal. De manera significativa, en los días de aplicación del estímulo, se produce un aumento de la frecuencia cardíaca y muchos animales no tienen la oportunidad de asociar su comportamiento a una señal de advertencia o al estímulo de castigo. Hay que suponer que los dueños de mascotas no tienen
conocimientos suficientes sobre la formación y la habilidad para evitar el riesgo de que los perros muestren síntomas de estres grave y persistente. Para los entrenadores de perros profesionales el uso debe ser restringido a aquellos que realicen una formación teórica y práctica y
el uso de estos dispositivos sólo debe permitirse en situaciones bien definidas.